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Sito web de la escuela

El Tai Chi Chuan que practicamos en nuestra escuela es el estilo Yang, el mas conocido para sus “movimientos lentos” que tanta tranquilidad transmiten. Trabajamos la forma mas antigua, la de 108 movimientos, esta se divide en tres partes: una simboliza la tierra, otra el cielo y la tercera al ser humano: la unión entre los dos primeras.

En mis clases inicialmente preparamos el cuerpo soltando y abriendo todos los meridianos y sus puertas, un poco de trabajo marcial y de coordinación y finalmente con el cuerpo listo trabajamos la parte energética con la meditación.

En mi escuela se le da importancia al lado marcial y por eso trabajamos varios ejercicios que simulan una lucha, el mas conocido es el Toui Shou, se practica en pareja, lejos de utilizar la fuerza física, cada uno lo debe utilizar para averiguar si su trabajo interior es correcto y seguir avanzando para conseguirlo. Practicamos también una forma breve shaoling y en cada clase trabajamos un poco todos los aspectos del Tai Chi Chuan.

Mucha gente me pregunta si se puede trabajar el Tai Chi Chuan sin la parte marcial, o peor aun sin Chi Kung: No. la marcialidad no se puede quitar por que es un arte marcial y el Chi Kung es el trabajo con nuestra energía, así que es indispensable trabajar los dos para llenar nuestro Tai Chi Chuan en cada movimiento.

Cuando me preguntan que beneficios tiene la practica de estas disciplinas siempre contesto que me quedaria corta enumerándolos. Lo primero que nos enseña es poder mantener una postura correcta en nuestro cuerpo, lo que de entrada quita ya la mayoría de los dolores, que son principalmente debidos a nuestras malas posturas diarias a lo largo de nuestra vida y nos enseña a volver a conectar con nuestro lado espiritual: el trabajo energético que hacemos con nuestra meditación.

Empece la práctica del Tai Chi Chuan en Marzo del año 2000 en Brescia ( Italia ), y desde entonces lo practico diariamente y siempre que puedo acudo a cursos intensivos con mi maestro.

Mi Maestro es Chino, su nombre es Wang Wei Guo, pertenece a una escuela Francesa que el mismo fundo, y por supuesto yo también pertenezco a esa misma escuela. Su mano derecha es Jean Michel Coudart, que como su nombre nos revela es Francés. En estas disciplinas marciales es muy importante pertenecer a una escuela ya que se combina tanto el trabajo físico como el energético. El echo de poder mantener un contacto directo con el Maestro significa tener una supervision en nuestro trabajo como monitores. Poder trabajar con Jean Michel es para nosotros los monitores y los alumnos un empujón y una garantía de que estamos trabajando bien y estamos en el camino adecuado.

Mi Maestro dice que hay tres formas de hacer Tai Chi Chuan “ Una es vestirlo, otra es hablar de el y la tercera y VERDADERA: vivirlo y aplicarlo en la vida diaria en todos sus aspectos, ahí es cuando se pueden aprovechar al máximo los beneficios de esta disciplina tan antigua y maravillosa.

Wilhelm ( el primer traductor de “ I Ching” y otras obras Taoistas) decía “ La gente esta saciada de la especialización científica y del intelectualismo racionalista,quiero oír acerca de una verdad que no estreche la mente si no que la ensanche, que no oscurezca si no que ilumine “ y creo que esto bien describe lo que es vivir el Tai Chi Chuan.

Desde el año 2005 acudo a un curso intensivo con mi Maestro en Bayonne ( Francia ) , aquí pueden acudir tanto alumnos como monitores de la escuela, se trabaja durante 4 semanas, unas 7 horas y media al día, practicando Tai Chi Chuan y Chi Kung .

Y desde el año 2009, hemos realizado cursos intensivos anualmente aquí en la isla de Fuerteventura con mi Maestro Jean Michel Coudart, la duración del mismo es de 3 días consecutivos con unas 8 horas de trabajo cada día de Tai Chi Chuan y Chi Kung.

Se puede decir que me acerque a este mundo por “casualidad”, aunque estoy convencida de que nada pasa por casualidad en la vida de alguien . Me invitaron a participar en una clase, sinceramente yo en aquel momento no tenia ni idea de que era eso de Tai Chi Cuan y Chi Kung, y aun mas lejos estaba yo de la meditación. Me anime a ir porque tenia algunos problemas de salud, 3 vertebras fuera de su sitio, y como todo es una cadena al final también tenia problemas en las lumbares, cervicales, insomnio, mala digestión y todo lo que conlleva una mala postura a lo largo del día para cualquiera persona que realice esfuerzo físico o no. Regularmente acudía a un señor que con sus manos volvía a colocarme las vertebras en su sitio, también iba a una masajista muy buena, esto solo es un alivio temporal de unos pocos días, porque como todo, si no mantienes o no corriges tu postura corporal, el problema vuelve a surgir. Hay también que añadir que yo estaba en una temporada de mi vida donde estaba buscando algo mas, un sentido mas profundo y todo “coincidió” con aquella primera clase que tanto me gusto por el trabajo físico, como por las dificultades que encontré en la coordinación, pese a que siempre hice deporte y como si no bastara, la parte final de aquella primera clase me mato: hablo de la meditación. Me costaba mucho estar parada y tranquila y esos minutos de meditación fueron los mas largos de mi vida. No podía creerme que YO no era dueña de mi cabeza, no podía dominarla era como si no fuera una parte de mi, y esto me convenció, esto era un desafió para mi. Mientras yo mantenía una eterna lucha y pensaba en entrenarme para dominar mi mente, después de unas pocas clases empece a darme cuenta que ya no me dolía la espalda, esto despertó aun mas mi curiosidad, todavía sigo con este estimulo en mi camino. Encontré aquí el sentido de mi vida y la claridad de lo que iba a tener que trabajar para poder conseguirlo.

Empece leyendo libros de Tai Chi Chuan y Chi Kung, y cuanto mas mi cuerpo entendía, mas sentía la necesidad de investigar para entenderlo y practicarlo mejor. Así llegue a los libros de medicina China y por suerte durante un curso intensivo tuve la oportunidad de conocer a un doctor de medicina China, que era profesor en una reconocida universidad de Pekin y actualmente trabaja en un hospital de Veyvey ( Suiza-cantón francés). Mantenemos el contacto y espero seguir estudiando y aprendiendo con el.

Al final mi vida dio un giro de 360 grados, lo que me cambio definitivamente y me ayudo a superar muchos baches, fue entender y aplicar en mi día a día, la filosofía del Tao, la esencia del Tai Chi Chuan. Se trata simplemente, de volver a tener la sensibilidad para poder sentir nuestro cuerpo y nuestra energía y mirar y respetar la naturaleza sin intentar combatirla.

El Tao Te Ching XXXIII dice:

<Quien conoce a los de mas es inteligente.

Si se conoce a si mismo, es sabio.

Si vence a los de mas, tiene fuerza.

Si se vence a si mismo, es realmente poderoso.

 

Quien consigue sus propósitos es perseverante.

Si sabe contentarse, es rico.

Si no abandona su puesto, perdura.

Si vive el eterno presente, no muere >.

 

Al principio,era un buen reto entender estas disciplinas marciales, ya que en nuestra realidad occidental la disciplina no es algo que se practica habitualmente. Me parecía que para entender a estos “Chinos“, había que razonar al revés, pero a medida que avanzo y entiendo mas de este mundo me doy cuenta que es nuestra sociedad y nosotros los que vivimos y pensamos al revés de los dictámenes de la naturaleza, por eso se que este camino que he elegido esta lejos de terminar, se que es un camino largo y también se que sera para toda mi vida, pues cuanto mas lo practico y lo aplico a mi vida, mas entiendo que yo estaba desperdiciando la mía, luchando contra ella en lugar de entenderla y utilizar las herramientas que esta disciplina me brindaba.

 

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